Ninguna cantidad de lavado de manos puede mantener todo gérmenes a raya. Eventualmente, el bebé tendrá su primer resfriado. Y, desafortunadamente, a veces ese caso de resfriado puede convertirse en algo más serio, como RSV.
¿Qué es el RSV en los bebés?
El virus respiratorio sincitial, comúnmente conocido como RSV, es un virus respiratorio que se propaga entre los humanos, generalmente durante la estación fría (de noviembre a abril). Hay dos cepas, A y B, que pueden afectar la gravedad de la enfermedad.
El RSV causa síntomas similares a los del resfriado que pueden ser especialmente incómodos para los bebés, ya que no pueden eliminar la mucosidad de los pulmones y la nariz con la misma eficacia que los niños mayores y los adultos. Es importante tomar las medidas adecuadas para monitorear y tratar los síntomas del bebé, ya que el RSV puede ser grave en los bebés, especialmente en los menores de 6 meses..
Síntomas del RSV en bebés y bebés
- El virus RSV causa síntomas parecidos a los del resfriado que duran de 1 a 2 semanas.
- Los síntomas suelen aparecer de tres a cinco días después de la infección.
Si nota alguno de los siguientes signos de RSV, llame a su pediatra de inmediato:
- Tos/sibilancias que no paran
- Jadeo para respirar o respiración rápida
- Pecho hundido al respirar
- Irritabilidad
- Falta de apetito/rechazo a alimentarse
- Signos de deshidratación (falta de lágrimas o punto blando hundido)
- Letargo
- sueño interrumpido
- Color azul de la boca o las uñas.
- Tos que produce mucosidad amarilla, verde o gris.
- Fiebre
¿Cómo se diagnostica el VRS?
Dado que el RSV es tan similar al resfriado común, es difícil diagnosticarlo sin una prueba. Un médico puede diagnosticar RSV por:
- Realizar una prueba rápida de RSV (su proveedor tomará un hisopo nasal, para que un laboratorio pueda analizar su mucosidad en busca del virus)
- O tomando una radiografía de tórax
Si la respiración del bebé parece dificultosa…
Debido a que el RSV puede dificultar que su hijo obtenga suficiente oxígeno, su pediatra también puede usar un oxímetro de pulso para evaluar los niveles de saturación de oxígeno en la sangre.. Si la prueba indica que el bebé no está recibiendo suficiente oxígeno, es posible que le administren apoyo de oxígeno. En casos severos, es posible que se requiera hospitalización para garantizar que el bebé reciba suficiente oxígeno y se mantenga hidratado.
Nota: Debido a que el RSV generalmente sigue su curso por sí solo, es posible que el médico de su hijo no realice una prueba formal a menos que el bebé esté particularmente en riesgo de complicaciones (nacido prematuro o antes de los seis meses, por ejemplo).
Tratamiento VSR
Los antibióticos no son necesarios ni útiles ya que el RSV es un virus, no una infección bacteriana. (Si el RSV causa bronquiolitis o neumonía bacteriana, se pueden recetar antibióticos).
El tratamiento en el hogar (y una vigilancia cuidadosa de las complicaciones) es adecuado para tratar síntomas leves a muy moderados (incluso en bebés). Aquí hay algunos remedios caseros que puede probar, con la aprobación de su médico:
- Humidificador de vapor frío: Esto ayuda a humedecer, calmar y descongestionar las vías respiratorias.
- Nariz Frida: El bebé no puede despejarse la nariz y los pulmones de manera efectiva. Esta herramienta utiliza su propia potencia pulmonar para eliminar la mucosidad de la nariz del bebé. Nota: Puede colocar unas gotas de solución salina en cada fosa nasal para aflojar las cosas primero.
- Hidratar: ¡La hidratación es clave! Las mamás que amamantan deben continuar amamantando con la mayor frecuencia posible. Para bebés mayores de seis meses, el caldo de huesos o esta bebida de electrolitos naturales puede ayudar.
- Té de tomillo: Compre tomillo seco orgánico en su tienda de comestibles, ponga 1 cucharada de la hierba en una bola de té, sumérjala en agua caliente y póngala en el agua del baño. Repita hasta seis veces al día. Los estudios sugieren que el tomillo ayuda a expulsar la flema y aliviar la congestión.
- Sal de Epsom: También puede agregar hasta 1 cucharada de sal de Epsom al agua del baño para relajar los músculos de la cavidad torácica y disolver aún más la mucosidad. (fuente)
- Frote para el pecho de bebé totalmente natural de Maty’s: Este masaje de lavanda, eucalipto y manzanilla está especialmente formulado para calmar la tos y la congestión. Para bebés pequeños, frótelo en las plantas de los pies. Para niños mayores, frotar directamente sobre el pecho y los pies.
- Aceite de ajo: El ajo se ha utilizado durante mucho tiempo como remedio para las enfermedades. Los estudios sugieren un compuesto en el ajo llamado alicina que estimula la función inmunológica. Frote aceite de ajo en los pies del bebé. Para niños mayores, frote aceite de ajo directamente sobre el pecho.
- Cebollas crudas: Este cuento de viejas no se ha corroborado con investigaciones, pero muchos padres confían en él. Pique las cebollas crudas, cocínelas en agua, déjelas enfriar y luego envuélvalas en toallas de papel. Coloque las toallas calientes en los pies del bebé durante 10 a 15 minutos. Para niños mayores, puede colocarlo directamente sobre el cofre. También puede picar cebolla cruda y colocarla en la misma habitación donde duerme el bebé.
- Bebé calmado: Este Coldcalm seguro para bebés viene en dosis líquidas de un solo uso para aliviar temporalmente los estornudos, la secreción nasal y la congestión nasal.
- Vitamina D: Para ayudar a estimular el sistema inmunológico del bebé, administre 400 UI de gotas de vitamina D por día. Prueba esta marca.
- Probióticos para bebés: Busque un probiótico infantil con B. bífido, B. infantesy L. reuteri para ayudar a apoyar el sistema inmunológico del bebé. Este es uno de mis favoritos. Lea todo sobre los probióticos para bebés aquí.
- XLEAR: Esto ayuda a diluir la mucosidad y a apoyar el microbioma nasal. Administrar previo al uso de la Nariz Frida. Se puede alternar con solución salina.
Opciones de tratamiento adicionales para la mamá que amamanta
Una mamá que amamanta puede ayudar al bebé a combatir el virus tomando ella misma una variedad de suplementos, ya que las propiedades beneficiosas pasarán a través de la leche materna:
- Vitamina C: Probado para estimular el sistema inmunológico y debido a que es soluble en agua, pasa a la leche. Se puede conseguir con polvo de camu camu u otro suplemento de vitamina C a base de alimentos.
- Vitamina D: Para asegurarse de que su leche materna tenga una cantidad adecuada de vitamina D, los estudios sugieren tomar de 5000 a 6000 UI de vitamina D por día. (fuente) Trate de tomar tres cápsulas de esta marca por día.
- Probióticos: Me gusta esta marca, pero también probé Dr. Ohhira y Bio-K. También puede comer alimentos fermentados, como kombucha, yogur, kéfir, chucrut y kimchi.
- Jarabe de saúco: No recomiendo tomar jarabe de saúco todos los días (puede hacer que su sistema inmunológico se sobrecargue), pero se ha demostrado que reduce la gravedad y la duración de los resfriados. (fuente). Tome 1-2 TB por día hasta que el bebé se sienta mejor.
Cómo tratar los vómitos posteriores a la tos
Con RSV, la congestión puede ser mala y la producción de moco es inmensa. Como resultado, los bebés pueden toser tan fuerte que vomitan. Para los vómitos posteriores a la tos, busque remedios homeopáticos, como Ipecacuanha 30C, que pueden ayudar cuando se disuelven en la leche materna y se administran. ¡Siempre hable con el proveedor de atención médica antes de darle al bebé algún remedio homeopático!
Para ayudar a los vómitos posteriores a la tos, también puede intentar minimizar el paso de la mucosidad al:
- Sostener al bebé en posición vertical mientras lo amamanta o lo alimenta
- Colocar al bebé para dormir en una posición reclinada o más erguida siempre que sea posible
¿El RSV es contagioso?
Este virus es muy contagioso. y se puede propagar fácilmente a través de gotitas infectadas (al estornudar, toser o hablar) que entran en los ojos, la nariz o la boca.
- RSV puede vivir en las manos durante 30 minutos o en objetos contaminados (piense en carritos de supermercado y juguetes) durante horas.
- El RSV suele ser contagioso durante 3 a 8 días.
Cómo prevenir el RSV en bebés e infantes
La prevención es clave para mantener el RSV fuera de su hogar y es especialmente importante si tiene un hijo de alto riesgo.
Aquí hay algunas cosas que puede hacer para minimizar el riesgo:
- Lavarse las manos con frecuencia
- Minimice el contacto con los hermanos mayores, especialmente si están enfermos (puede pedirles a los niños mayores que besen o toquen los pies del bebé, en lugar de la cara).
- No permita que se compartan utensilios o alimentos.
- Desinfectar superficies con spray antirrobo
- Lave la ropa de cama y los juguetes con frecuencia.
- Evite las multitudes o la exposición a personas enfermas.
- Continúe amamantando si ya lo está. Tome vitamina D, probióticos y jarabe de saúco para impartir los beneficios al bebé a través de su leche.
- Dele al bebé gotas de vitamina D y probióticos regularmente (los niños mayores también pueden tomar jarabe de saúco)
Desafortunadamente, un niño puede contraer RSV varias veces en la misma temporada. Sin embargo, hay una buena noticia: por lo general, es más leve la segunda o tercera vez.
Cuando RSV se pone realmente serio…
Para la mayoría de los bebés y niños, el RSV provoca un resfriado leve. Pero en casos severos, los bebés pueden necesitar un tratamiento más convencional, que incluye:
- Un nebulizador: Si, a pesar del tratamiento, el bebé tiene problemas para respirar, es posible que sea necesario un nebulizador para brindar apoyo de oxígeno. Un nebulizador convierte un medicamento en un rocío que inhala el bebé.
En casos muy graves de RSV en bebés, puede ser necesaria la hospitalización. En el hospital, los médicos pueden administrar tratamiento con oxígeno, líquidos intravenosos y/o un ventilador para ayudar con la respiración. Por lo general, esto solo es necesario durante unos días.
Los que corren mayor riesgo de sufrir estas complicaciones son:
- Bebés nacidos prematuramente: Los bebés prematuros a menudo tienen una función pulmonar más baja, lo que hace que las enfermedades respiratorias sean particularmente peligrosas.
- Niños menores de 2 años nacidos con enfermedad cardíaca o pulmonar: Los bebés con cardiopatías congénitas que contraen el RSV tienen 24 veces más probabilidades de morir que los que no contraen la enfermedad.
- Bebés y niños pequeños cuyo sistema inmunitario está debilitado: Ciertas condiciones o procedimientos (quimio o un trasplante, por ejemplo) pueden hacer que los bebés sean más susceptibles al RSV.
- Bebés menores de 8 a 10 semanas: A una edad tan temprana, los sistemas de los bebés no están lo suficientemente maduros para combatir adecuadamente las infecciones y los virus.
Aunque el RSV generalmente sigue su curso con el manejo adecuado de los síntomas, los bebés son particularmente sensibles: sus síntomas pueden escalar rápidamente.
Vigile de cerca al bebé y manténgase en contacto con el pediatra de su hijo.
¿Y tú?
¿Usted, su bebé o un ser querido han tenido RSV? ¿Cómo fue tratado? ¡Comparte con nosotros en los comentarios a continuación!
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